Llíria albergó la tercera jornada de la Semana Cultural Taurina, dentro de una tertulia bajo el título de “El compromiso de la lidia”. El ganadero Eduardo Miura Fanjul, que con treinta años de edad es el último eslabón de la histórica ganadería sevillana, y el torero sevillano Pepe Moral ofrecieron un recorrido por sus trayectorias. Miura, con seis generaciones seguidas de la misma familia sobre sus hombros, entró por skype por prevención frente al coronavirus, relató la responsabilidad de continuar un legado único que ahora representa Eduardo Miura -su padre- y Antonio Miura Martínez, la forma de realizar los tentaderos y la evolución de la bravura.
Por su parte, Pepe Moral, con el que se desarrolló el grueso de la charla, hizo un recorrido por su carrera de más de diez años como matador de toros en las que alzó el vuelo en 2014 frente a un sobrero del Conde de la Maza después de largos años de ostracismo donde pensó en la retirada. Recordar ese camino de lucha fue uno de los momentos álgidos de la tertulia porque el torero de Los Palacios se emocionó. También se recordaron sus faenas a Amapolo de Miura en Sevilla, a Jarretero de Victorino Martín en Illescas, a Chaparrito, de Adolfo Martín, en Las Ventas o su gran tarde en Arles con tres orejas frente a los Palha.
Pepe Moral no paró de contar anécdotas con su antiguo mentor Manolo Cortés, un torero gitano y sevillano que hizo historia con los miuras en Valencia, Madrid y Sevilla. La tertulia estuvo dirigida por el periodista y crítico taurino de Levante-EMV, Jaime Roch.
